Siempre he pensado que el único Acuario que existía en La Habana era el Acuario Nacional, hasta que descubrí hace pocos días que existe otro en el Centro Histórico de la Habana Vieja llamado: Aquarium de la Habana.

Este se encuentra en la calle Teniente Rey 9, entre Oficios y Mercaderes. Su horario de visita es de martes a sábados, desde las 9:30 AM hasta las 5:00 PM, excepto los domingos, que cierra a las 1:00 PM. La diferencia con el Acuario Nacional es que aquí se exhiben diferentes especies de peces que habitan solamente en las aguas dulces de Cuba.

Durante el período de la pandemia de COVID-19, este lugar estuvo cerrado, pero fue restaurado y reabrió sus puertas al público con un nuevo diseño y ambientación. Al ingresar, nos encontramos con grandes y coloridos carteles informativos que nos permiten conocer la gran diversidad de especies que habitan en nuestras aguas y las de las otras regiones del Caribe.

Me encantó el interior del acuario, es un sitio pequeño, pero con el espacio bien distribuido y muy acogedor que nos brinda la sensación de estar en el fondo de alguno de nuestros ríos. Con grandes peceras y una iluminación tenue y agradable. Hay varios bancos de madera donde sentarse a admirar las peceras, y lo mejor para mí, es que estaba climatizado. Después de caminar por las calles de La Habana agradecí enormemente el agradable cambio de temperatura que sentí al entrar 🌡️.

Lo que más llamó mi atención fue poder ver un Manjuarí, considerado el pez de agua dulce más antiguo que habita en Cuba. Es un fósil viviente que lamentablemente se encuentra en peligro de extinción debido, entre otras cosas, al cambio climático que afecta la temperatura del agua donde habita.

El guía de este lugar nos habló extensamente sobre esta curiosa especie y los peligros a los que se enfrenta. También nos explicó algunos detalles sobre el diseño y la ambientación del lugar.

Fue una visita muy agradable donde pude descansar y relajarme mientras admiraba la diversidad de especies tan hermosas que habitan en nuestras aguas, algo que seguramente no podré ver fácilmente en su hábitat natural.

Espero que tengan la oportunidad de visitar este el Aquiarium de La Habana. Aquellos que, como yo, no lo han hecho aún, estoy seguro de que les encantará.

I have always thought that the only Aquarium that existed in Havana was the National Aquarium, until I discovered a few days ago that there is another one in the Historic Center of Old Havana called: Aquarivm of Havana.

It is located at 9 Teniente Rey Street, between Oficios and Mercaderes. Its visiting hours are from Tuesday to Saturday, from 9:30 AM to 5:00 PM, except on Sundays, when it closes at 1:00 PM. The difference with the National Aquarium is that here are exhibited different species of fish that live only in the fresh waters of Cuba.

During the period of the COVID-19 pandemic, this place was closed, but it was restored and reopened its doors to the public with a new design and ambience. Upon entering, we find large and colorful informative signs that allow us to learn about the great diversity of species that inhabit our waters and those of other Caribbean regions.

I loved the inside of the aquarium, it is a small place, but with a well distributed and very cozy space that gives us the feeling of being at the bottom of one of our rivers. With large fish tanks and a dim and pleasant lighting. There are several wooden benches where you can sit and admire the fish tanks, and the best thing for me is that it was air-conditioned. After walking through the streets of Havana, I was very grateful for the pleasant change of temperature I felt when I entered 🌡️.

What caught my attention the most was to see a Manjuarí, considered the oldest freshwater fish living in Cuba. It is a living fossil that unfortunately is in danger of extinction due, among other things, to climate change that affects the temperature of the water where it lives.

The guide of this place talked to us extensively about this curious species and the dangers it faces. He also explained some details about the design and ambiance of the place.

It was a very pleasant visit where I was able to rest and relax while admiring the diversity of beautiful species that inhabit our waters, something that I will surely not be able to see easily in their natural habitat.

I hope you have the opportunity to visit the Aquiarium of Havana. Those of you who, like me, have not yet done so, I am sure you will love it.