Esta novela escrita por el Premio Nobel Literatura 1998, José Saramago, fue publicada en el año 2005. En ella aborda el tema de la muerte desde la postura de la iglesia, de las empresas y del estado; aborda el negocio que producen los muertos, el patriotismo militar; irónicamente y con un humor sutil va desenmascarando a la sociedad moderna, desvelando sus hipocresías, sus falsos convencionalismos y para ello se vale del realismo mágico.

     Una novela en donde el personaje principal, la muerte, va evolucionado hasta humanizarse, hasta convertirse en una mujer; y esto ocurre gracias a dos elementos socialmente poderosos: el amor y el arte.

     A partir de esa proposición contraria a los hechos corrientes, es decir, de que la muerte decide no matar porque se enamora, Saramago encuentra la excusa para reflexionar sobre la vida y sus implicaciones; es una obra cuyo tema, la muerte, sirve para meditar sobre nuestro tiempo, el de cada uno y sobre la oportunidad que tenemos al seguir respirando.

     Para cautivarnos, Saramago condensa un estilo carente de diálogos en su narrativa, pero mezcla de manera magistral el humor, la ironía, la fábula, la epístola, y con ellas va hilando una trama rica es recursos literarios que le dan a esta obra su carácter universal.

The Intermittences of Death

     This novel written by the 1998 Nobel Literature Prize winner, José Saramago, was published in 2005. In it he approaches the subject of death from the position of the church, the companies and the state; he deals with the business that the dead produce, the military patriotism; ironically and with a subtle humor he unmasks modern society, revealing its hypocrisies, its false conventionalisms and for this he makes use of magical realism.

     A novel in which the main character, death, evolves until it becomes humanized, until it becomes a woman; and this happens thanks to two socially powerful elements: love and art.

     From this proposition, contrary to current events, that is, that death decides not to kill because it falls in love, Saramago finds the excuse to reflect on life and its implications; it is a work whose theme, death, serves to meditate on our time, that of each one of us, and on the opportunity we have to continue breathing.

     To captivate us, Saramago condenses a style devoid of dialogue in his narrative, but masterfully mixes humor, irony, fable, epistle, and with them he weaves a plot rich in literary resources that give this work its universal character.