Quien mató a Zamora/ who killed

QUIÉN MATÓ A EZEQUIEL ZAMORA

Aquella mañana del 10 de enero de 1860 traía consigo aires premonitorios. Lo decía el extraño movimiento de la maleza que se avivaba con la brisa llanera. La tropa federal seguía su paso hacia San Carlos que a la distancia se mostraba en un torbellino de humo. "¡Tierras y hombres libres!", era la consigna febril que cada guerrero entonaba frente a aquel panorama.

La resistencia era hostil. Un misterioso llamado hizo dirigir al general a un patio aislado para ubicar el fuego enemigo. Luego de ir señalando con su índice el movimiento de su ejército, un estremecimiento brutal lo hizo trastabillar: un golpe plomizo, nítido, sólido, le daba de repente en el rostro. Dobló las rodillas y cayó súbitamente. Sólo cuando su edecán lo volteara para verlo de cerca podría descubrirse la desgracia: un río de sangre brotaba de su ojo derecho. Era el fin.

De esta manera caía asesinado hace ya ciento cuarenta y siete años el Valiente Ciudadano, el General del Pueblo Soberano, líder indiscutible de la causa federal y héroe inexpugnable de la libertad: Ezequiel Zamora (1817-1860). fuente

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En este monólogo extracto de la obra de teatro "Lo que dejó la tempestad" del Dramaturgo venezolano Cesar Rengifo
El perro exsoldado del ejército de Zamora nos narra los hecho que lleva a la muerte de Ezequiel Zamora

WHO KILLED EZEQUIEL ZAMORA

That morning of January 10, 1860, he carried with him premonitory airs. It was said by the strange movement of the undergrowth that was fanned by the plains breeze. The federal troops continued their path towards San Carlos, which in the distance was shown in a whirlwind of smoke. "Free lands and men!" Was the feverish slogan that each warrior chanted in front of that panorama.

The resistance was hostile. A mysterious call directed the general to a secluded courtyard to locate enemy fire. After pointing with his index finger the movement of his army, a brutal shudder made him stumble: a leaden, clear, solid blow suddenly struck him in the face. He bent his knees and fell suddenly. Only when his aide turned him around to see him up close could misfortune be discovered: a river of blood flowed from his right eye. It was the end.

In this way, the Valiant Citizen, the General of the Sovereign People, the undisputed leader of the federal cause and the unassailable hero of freedom, was assassinated one hundred and forty-seven years ago: Ezequiel Zamora (1817-1860).
fuente

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In this monologue extract from the play "What the tempest left" by the Venezuelan playwright Cesar Rengifo
The ex-soldier dog of the Zamora army tells us about the events that led to the death of Ezequiel Zamora