Por suerte, primero la dejamos en clases a las 7 am y luego fuimos con las cosas a las 9 de la mañana a la hora de la merienda. Yo iba con un poco de temor a que se fuera a enojar. Sin embargo, cuando llegué con los globos y los pasapalos, apenas unos ponques, cotufas y patilla, ya que no le gustan que lleven chucherías para la escuela, ella se emocionó mucho, estaba contenta y yo más feliz.

Justo ese día solo fue un compañerito, con ella dos niños en su salón, por eso se unieron con el otro salón que también había dos niños. Todo esto porque ese día despacharían a las 10 am.

Igual ellos se disfrutaron y comieron todo, cantamos cumpleaños y tomamos unas lindas fotos. Yo parecía la cumpleañera, porque estaba feliz de hacerle este pequeño compartir con sus amiguitos de clases. Tenía años queriendo hacer esto, ya que Arianna cumple años, es en vacaciones y no lo podía hacer. Con Orismar eso no se hacía en aquellos tiempos.

Al final Ámbar me dice ¡mami me gusto mi fiesta 1! Ahora me falta mi fiesta 2, je, je, je. Esa que luego les estaré compartiendo en mi blog. Gracias por su visita. Dios les bendiga.

Nota: al final del video, miren cómo llegó a casa Ámbar, algo que ya ha agarrado de rutina, cada vez que regresa de clases.