¿Cómo la comodidad afecta la libertad en la Web? Un problema de privacidad (English subtitle)

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    janaveda

    Published on Dec 03, 2023
    About :

    Me complace presentarle mi primer audio temático. Por favor, les pido encarecidamente, que me tengáis algo de paciencia. Sé que con el tiempo y dedicación, podré traerles contenido en este formato de mayor calidad e interés. Ya sabéis el viejo lema: hoy, mejor que ayer, y mañana, mejor que hoy. Aunque el ayer, de seguro, será, el mañana en esta ocasión. Tomaré de mis archivos un tema que abordé hace ya algún tiempo, claro, ahora repensado y actualizado. Es muy posible cambiar y refinar la posición de lo dicho con base en la suma de nuevos elementos, y esto no es una excepción. El tema, cómo la comodidad afecta a la libertad en la web: un problema de privacidad. Entremos en materia…

    Pienso, a menudo, en la vulnerabilidad creciente de la privacidad, de quienes nos adentramos en la Web, a pesar de los avances en la seguridad y promesas en la misma. Quizás, sufro de paranoia en virtud de haber escuchado reiteradas denuncias en los medios alternativos. De cómo las corporaciones y los gobiernos complotan para espiarnos con fines de optimar el control.

    Habrás escuchado, ¡si es gratis…, tú eres el producto!

    ¿Muy preocupante, verdad? En tal sentido, es una sospecha genuina al preguntarnos, qué hace Meta (el antiguo Facebook) con la información que recopila con nuestro consentimiento, cuando aceptamos las condiciones sin meditar las cláusulas de servicios escritas en letras pequeñas. Y que, en apariencia, servirán a la mejora de la experiencia de usuario: una promesa lógica que es difícil de no aceptar. ¿Quién sabe, que otras cosas permean hacia los entes gubernamentales, tras un velo que subyace en la propia infraestructura?

    Por supuesto, rebáteme si puedes, ¿a quién no le gusta lo gratis?

    Sería un mentiroso si yo dijese, ¡a mí no! Y es que… disfrutar de la vida sin pagar el costo, desata el torrente de endorfina y de otras hormonas en muchos. Una sensación adictiva que no nos duele en el bolsillo.

    No obstante, uno debiera preguntarse, ¿existe algo sin costos?

    ¡Sí, ya lo sé! Existen. Por ejemplo: el aire y el agua; solo por citar los dados por la naturaleza. Aunque… ya veo señales en la programación predictiva apuntando a la privatización de estos, para que sean administrado por las mega-corporaciones con fines de lucro. ¿Posible? El tiempo lo atestiguará.

    El hecho de que el aire y el agua sean un regalo, no implica de que estén exentos de costos asociados. El ciclo, donde actúan, presupone de un gasto energético, necesario para la renovación de las condiciones para la vida en tierra. Así que en el transcurso de los eones, la entropía hará el trabajo de cobro de los costos de los regalos de la naturaleza que gozamos.

    ¡Bueno! Volviendo al tema de la privacidad, en sus inicios yo abrí una cuenta en Facebook. Te cuento…., estuve, estoy, y estaré ausente allí. Entonces, ¿para qué la quiero? Siendo honesto, en más de una ocasión consideré cancelar la cuenta, y borrar lo poco subido allí. Me pregunto, ¿si lo hago, eliminaré todos mis rastros? Sospecho que no.

    Quizás por desidia no lo hice: todavía permanezco allí, inerte. Y es que una de las razones, era la de monitorear a mis hijos, ¡qué broma!, imitando lo que le reprocho a los Estados. Por fortuna, no lo hago. Sé que mis hijos usan mucho esta red: la menor, observa viejas series en el teléfono inteligente, y quien le sigue, compra y vende en el Marketplace, y el mayor, quien vive en el exterior, a veces publica sus andanzas como Chef de cocina.

    ¡Me guste o no! Es una realidad de que Facebook (ahora Meta) y otras del mismo estilo, acaparan la atención de los más jóvenes, incluso, de los maduritos, siguiendo la moda de compartir todo en los espacios digitales. Vanidad, o un escape para evadir la realidad que los constriñen.

    ¡Ni que hablar de Google! Al menos que tengas un iPhone, ya estás en las manos de Alphabet.

    Si sigues la ruta del dinero, te sorprenderás los ilusos que somos. Tanto la sobrevalorada Apple, como el holding precitado (dueño de Google) tienen entre sus inversores mayoritarios, a los mismos grupos financieros. Un tema que da mucho para hablar, y del cual se escribe mucho en los foros que son acusados de conspiranoicos. Por cierto, un mote que les atribuyó la CIA en su propósito de silenciar o desacreditar a las voces que aspiran al discurso libre, y a la verdad.

    Así que la supuesta competencia, es una mentira. Es una manera de hacer circular el dinero que les pertenece, y una forma de tenernos entretenidos con productos y servicios que van entre lo gratuito y lo impagable para la gran mayoría de personas en el planeta. Los artículos, de altísima gama, reservados para las caras visibles de las élites: multimillonarios que interpretan la función de obnubilar al resto con la antigua estrategia romana de pan y circo.

    ¡No me preguntes quienes son estos inversores! Haz tu investigación con preguntas apropiadas en el navegador de tu preferencia. De seguro… obtendrás con facilidad las respuestas hasta donde ellos quieran que puedas acceder.

    ¡Vaya perorata hasta ahora, verdad! Todo esto vino a mi mente, porque requiero de un servicio en donde guardar los objetos digitales en la Web, y supongo que ya tú lo usas, o en algún momento lo habrás considerado. Sí, necesito un servicio de almacenamiento de fácil acceso para los dispositivos que uso para manejar el creciente archivo digital. Si es posible, gratuito, y que sea, en realidad, privado.

    Me dirás, ¡No veo el problema! Hombre, ya tienes iCloud o Google Drive, solo úsalos. De hecho, no tienes que pagar nada, tienen planes gratuitos.

    ¡Y tienes razón! ¡Es tan cómodo y fácil acceder a estos servicios, que asusta!

    Replicarás de inmediato, ¿cómo qué asusta?, ¡en verdad, estás loco, y paranoico!

    Recuerda mi amigo. Si es gratis, tú eres el producto.

    Pregúntate, ¿cuánto te costará, o cuánto vales tú?

    ¡Ves, que tan loco me estoy volviendo!

    Sabes, algunos locos, exploramos senderos descentralizados, esos que llaman de la Web3. Nos da bien pagar lo justo por opciones que transitan por una anhelada transparencia que garantice una verdadera privacidad.

    Sí, Google Drive te ofrece 15 GB de almacenamiento gratis y aplicaciones que te facilitan el trabajo. Así como también iCloud te proporciona un entorno optimizado para la ofimática y el trabajo creativo. ¡No lo niego… es genial la experiencia! Pero… a cambio ellos capturan tus datos y conocen todo de ti.

    Por alguna razón, antes de conocer el criptoverso, no use estos servicios en forma intensiva. Por supuesto, subí, en la cresta de la marea, algunos documentos personales de uso público, y hasta fotografías familiares, nada comprometedoras para probar la tecnología, además era gratis. Supongo que la intuición y la reserva me impidieron ir más allá. Siempre confié más en hacer las copias de seguridad en los discos duros portátiles, e incluso, en pendrives. Ya sabes, alojar tus documentos privados en los servidores de alguna mega corporación, pudieran que no sean privados.

    A veces pienso… ¡En que lo más privado y seguro, sería lo más público y expuesto, siempre y cuando estén apegados a lo correcto! El problema está en lo relativo del término correcto en tiempos modernos.

    En todo caso, hoy exploro qué tan conveniente sería usar servicios de almacenamientos descentralizados. En especial, aquellos con base en Blockchain, tales como Filecoin con 100 gigabytes gratis, storj.io con 150 gigabytes gratis, Skynet sobre SIA con 100 gigabytes gratis, solo por nombrar algunos. Además, ¿qué nivel de privacidad pueden ofrecer?

    Esto me recuerda que hace más de un año, el iPad de mi esposa cayó desde el colchón superior de una litera, y al caer de canto, dejó de funcionar. Una catástrofe para ella, puesto nunca respaldó la información en medios externos: ni locales, ni en la nube. Años de notas y apuntes sobre PDF, y vídeos en un armatoste plateado, que al ser del 2011, ya no tiene garantía. Claro, un servicio técnico de tercero pudiera tratar de extraer la unidad de almacenamiento e intentar recuperar la información. Imaginen la cara de tragedia de mi esposa en aquel momento.

    Sin duda, ella no cedió privacidad, pero tampoco tuvo el hábito del respaldo.

    Empero me pregunto: ¿por qué uno tiene la manía de guardar información, pensando que algún día, no muy lejano, le será útil?

    Por experiencia, cuando veo mis carpetas repletas de documentos en un viejo armario, incluso, de mi edad escolar, hago la extrapolación al espacio digital. Sí, uno acumula cosas que nunca más usará. Tal vez, alguien en el futuro, si estos sobreviven al paso del tiempo, obtenga información cuya utilidad sea la de recrear la historia de cómo vivían las generaciones pasadas.

    La comodidad tiene un alto costo asociado, uno agradable, que hace que volteemos la cara al otro lado.

    Sí volteo el rostro, quizás termine usando Google Drive, o cualquier servicio de almacenamiento sobre la computación en la nube, tales como Dropbox, Box, TeraBox, que por cierto, ofrece mil gigabytes (una Tera de capacidad) gratis: una locura.

    Por otro lado, si quiero ser congruente con la filosofía de quienes creen en el potencial liberador de la tecnología Blockchain, y la criptografía aplicada a ella, uno debería optar por las tecnologías emergentes del almacenaje en la nube descentralizada, tales como en el IPFS.

    Recuerda, la privacidad es un derecho humano universal, y uno es responsable por ejercerla, si no quiere perderla. Ese es el precio de la libertad.

    ¿Qué tan cómodo te sientes ahora al pensar en lo frágil de tu privacidad? Además, si eliges algún servicio descentralizado, pregúntate, ¿en qué infraestructura corre, y si la tecnología que implementa, es segura?

    ¡Y si pensabas que no podría complicarse más! Medita en lo sucedido durante este año 2023, próximo a terminar. Uno que vio con asombro el auge en lo público de la inteligencia artificial: esa que se alimenta, y desarrolla a expensas de quienes la usan de manera gratis. ¡Perdón, gratis! No me parece.

    Solo espero, siendo optimista, que prevalezcan las garantías que nos merecemos todos.

    Por fin, acabé mi primer audio temático, que sin ser un pódcast, tal vez podría evolucionar hacia ello. Con la esperanza de que lo tratado, además de gustarte, te haya traído más preguntas que respuestas. Sí es así… habré logrado mi objetivo: crear, a través de un monólogo, la inquietud que te impulse a caminar por la senda que elijas con conocimiento de causas, o al menos con una perspectiva que aspira a ser diferente.

    Gracias por quedarte hasta aquí.


    FUENTES:

    El artículo base para la producción del presente post y vídeo, lo escribí originalmente en: https://read.cash/@Jnavedan/convenience-is-a-barrier-to-freedom-and-privacy-in-the-cloud-162b3f51

    El material audiovisual fue tomado del sitio web: Pixabay. Mi agradecimiento a todos los artistas que comparten gratuitamente sus talentos:

    La producción del vídeo fue efectuada en iMovie y www.canva.com. Los subtitulos al inglés tomado de la traducción con www.deelp.com (versíon gratuita)

    El software para genera la voz usado en el vídeo fue hecho con Say it Save it sobre Mac Os.

    Tags :

    writing tech privacy media 3speak waiv freedom_of_speech

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