Para nadie es un secreto la situación que atraviesa el país (Venezuela), y, la educación no escapa de esos problemas, sobre todo la educación universitaria; los jóvenes que aún queremos seguir adelante profesionalmente, somos pocos, y, no muchos llegan al final de la meta, por diversas razones.

Culminé mis estudios (académicamente) a mediados del 2021, luego de tantos tropiezos. Presentar mi trabajo de grado ha sido una total odisea, y ni hablar de poder recibir mi título.

Desde la problemática en la recolección de los datos, motivado por la pandemia, hasta la eliminación de mi inscripción de trabajo de grado del sistema.

Sí, mi intención era presentar mi tesis de grado en diciembre del 2021, pero, una semana antes de presentar, mi compañera y yo nos topamos con la penosa noticia de que "por error" el sistema había borrado las inscripciones de trabajo de grado de los ya inscritos, incluyéndome.

En los departamentos correspondientes hicieron hasta lo imposible por no colaborarnos, ya que, "se aproximaban las vacaciones decembrinas, que dejáramos eso para enero", y así fue.

En enero, mil trabas para resolver el problema, hasta que por fin el 15/02/22 apareció nuestro trabajo de grado inscrito en el sistema, no perdimos tiempo y programamos la defensa del mismo para una semana después.

Llenos de nervios, sentimientos encontrados y mucha ansiedad, llegó el momento de presentar; nada más gratificante que escuchar la palabra "APROBADO", fue un momento muy emotivo y emocionante.