Arrancando donde lo dejamos el capítulo pasado, nada más al comenzar y dar algunos pasos, fuimos atacados por un Corpser, que básicamente es la versión araña de los Locust. Esta criatura además de ser realmente muy dura y gigante, tiene un defecto demasiado poderoso contra cualquier jugador humano...

Esta completamente bugueado el Corpser, tiene un ataque que al parecer, normalmente solo te empuja y causa algo de daño. Pero en nuestro caso, parece que explotamos siempre contra el piso con un solo grito, siendo además este imposible de esquivar. Debemos haber estado más de 15 minutos solamente muriendo, yo no daba más de mi enojo Jajajajaja.

Tratamos de probar con una cantidad industrial de grandas debajo del estómago de la criatura, porque parece que era donde su piel se volvía más fina y realmente podríamos hacerle daño. Lamentablemente, no sirvió para absolutamente nada, seguimos muriendo con los gritos bugueados.

No hubo manera de lograr hacer retroceder a la bestia ni pasar por al lado de ella. Solamente podiamos morir y morir en un ciclo infinito de nunca terminar.

Luego de un tiempo, en nuestras medidas desesperadas, encontramos que empujar a la criatura con nuestros cuerpos mientras le disparabamos a quemarropa si que funcionaba. No al 100% pero lo suficiente como para tener un rayo de esperanza. Bastó con tener uno una escopeta y el otro un buen Lancer, el clásico rifle automático de todo Gears.

Al final, de tanto intentarlo funcionó. Hicimos retroceder al Corpser hasta una especie de plataforma pcco estable y al borde de toda esa sustancia que disuelve lo que toca. Bastó con lanzar unas cuantas granadas a las conexiones de metal que habían en el piso para que finalmente, pudiéramos superar el espanto de una pelea infinita que acabara con nuestra partida para siempre.

Debo admitir que yo estaba convencido que esa batalla sería el fin de la serie. JAJAJAJAJAJA.

Una vez que pudimos avanzar, nos duró bastante poco la alegría, ya que nos encontramos con nuevos enemigos, "Los guardianes" quienes además de tener muchísima más vida que un Locust normal y ser más altos. Tiene acceso a un arsenal mucho más potente, de hecho el primero que encontramos venía con un "Arco explosivo" el cual literalmente de un solo flechazo es capaz de abatir a un jugador. Además de que es prácticamente imposible de esquivar, es extremadamente rápida la flecha.

Bugs, guerra, minijuegos, disparos, muertes y cinemáticas épicas siempre estarán presentes en toda entrega de Gears of War. Si nunca has jugado realmente una, te invito a que revises el Gamepass de Xbox en tu país y los pruebes, son una verdadera joya del mundo gaming.

Aunque no les recomiendo jugar en las dificultades muy altas si no están acostumbrado al joystick como yo. Literalmente me he pasado todos los capítulos sufriendo intentando apuntar a los enemigos JAJAJA. Además que están durísimos, miren como esos Booms aguantan disparos de francotirador mejorados a la cabeza como si nada. Es literalmente muy difícil, pero divertido sin dudas.