De buenas a primeras, en Slay the Spire es súmamente vital, elegir con que recompensa o bonificación comenzarémos la partida.

Dependiendo de que tan lejos llegamos en nuestra partida anterior, es que tan buenas pueden ser las mismas. Inclusive la cantidad, ya que pueden ser de 2 a 4 opciones diferentes.

Siendo todas las opciones presentadas más o menos malas, decidí inclinarme por la que más me gustó, aunque a su vez fué algo peligrosa.. "Recibe una maldición. Recibe una Reliquia rara aleatoria"

Explicando un poco cómo és ésto, una maldición es una carta que puede generar estados negativos en nuestro personaje y a su vez, ocupa el lugar de una carta normal, ampliando nuestro mazo y dificultando que robemos cartas buenas para los enfrentamientos.

Por otro lado, las reliquias funcionan para dar habilidades pasivas o activas a nuestro personaje. Las raras suelen tener efectos muy poderosos. Ésta vez tuve suerte y tocó una especie de timón, que me otorgaba en cada batalla 18 de bloqueo en el tercer turno. Bastante fuerte debo decir.

A lo largo de la partida, pueden suceder muchas cosas. Pero quise mostrarles una de mis interacciones favoritas en el juego. Ya que algo que agrega Slay the Spire además de violencia injustificada contra criaturas en una mazmorra y cartas. Es la de "encuentros" donde podrémos tomar diferentes decisiones, cada una con su resultado específico.

Me gusta muchísimo cuando en los juegos podémos tenemos éste estilo de encrucijadas, es simplemente muy placentero.

Otro aspecto importante dentro del juego, es que en las batallas podrémos encontrar a "criaturas de élite" las cuales claramente son mucho más fuertes que las normales y siempre que son derrotadas, dejan una reliquia normal y muy pocas veces una rara.

En éste caso me tocó luchar contra "Gremlin idiota" el cual inevitablemente hace que uno reciba daño constantemente, ya que tiene una habilidad pasiva, que le aumenta el daño cada vez que utilizamos una carta de habilidad, las cuales son principalmente la manera de defender a nuestro personaje. Podrán imaginarse que la pelea contra el Gremlin, es simplemente batirse a porrazos hasta que uno de los dos caiga muerto JAJAJA.

En la pelea contra el primer jefe en la partida de hoy. Nos encontrámos con un Slime gigante. Ya muchas veces he combatido contra éste criatura, por lo que sabía que nuestro mazo todavía no estaba preparado para una batalla así. Tenía muy bajas expectativas de ganar.

Utilizando todos los medios que el juego nos provee, una "Poción de poder", me dió la carta "Forma demoníaca" lo cual hizo que automáticamente la batalla se tranformara en una victoria asegurada de poder extenderla lo suficiente. Ya que, lo que ésta carta hace, es aumentar al comienzo de cada turno, 2 puntos de fuerza a nuestro personaje. Lo que básicamente se traduce como 2 de daño en cada carta. Sin ésto hubiera sido imposible pasar del primer jefazo creo yo.

De hecho, una de las recompensas de haberlo derrotado, fué la misma carta pero agregada de forma permanente al mazo. Excelente servicio, 10 de 10.

Conforme fué avanzando la partida, el mazo de "Fuerza" se descontroló rápidamente. Creo que nun había logrado crear un mazo tan sólido cómo éste. Estoy totalemente orgulloso de mi creación JAJAJA.

Teniendo niveles de fuerza tan altos, cada carta que quizá no es realmente fuerte, logra hacer daño considerable y se vuelve totalmente rota.

"Parca" que es una carta que normalmente hace 4 de daño y cura ese daño al lanzador, terminó haciendo 32 de daño a 3 criaturas diferentes. Cómo podrán imaginarse está interacción está totalmente rota. Me curé tanta vida que desde ese punto ya sabía que la partida estaba casi ganada.

De hecho, en otra batalla llegué a tener 120 puntos de fuerza. Teniéndo un Jefe normal del acto 3 alrededor de 400 de vida, podrán imaginarse que es una cantidad exagerada de fuerza bruta. Por lo que la victoria éra inevitable 😏.