Aunque aquí va insertado el video donde me presento, quiero dejar por escrito algunos datos importantes de esta presentación.

Mi nombre es Ylich, y aunque el nombre es ruso, soy venezolano, nacido en Caracas. Vengo de una familia de artistas y quizá por esa razón, mi hermana y yo terminamos también en el mundo del arte, principalmente en la música.

Cuando yo tenía ocho años, mi familia se mudó a Europa, donde pasamos siete años, 4 en Alemania y 3 en Rusia. En ese tiempo aprendí a amar esos países y siento que una parte mía es alemana, así como también tengo una parte rusa. Pero sin duda, esta estadía en aquellos países fue causa fundamental para aprender a amar mucho más a Venezuela.

Es mucho lo que uno aprende desde la distancia. Además que formarse en medio de culturas diferentes te hace valorar mucho más la tuya.

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Cuando ya tenía yo 15 años, nos regresamos a Venezuela y con excepción de un año que viví en Ciudad México, el resto de mi vida ha transcurrido en Venezuela.

Para mí Venezuela es lo más grande y lo más hermoso que existe. Si debo poner en primer lugar alguno de los aspectos que más me gustan, colocaría su cultura. Este es un país extremadamente ricos en tradiciones populares, en manifestaciones musicales, teatrales, dancísticas. La música es una de las más ricas, en cuanto a variedades de formas. Pero igualmente destaca en el campo de las artesanías, de los tejidos y bordados. La gastronomía es tan variada como su geografía misma. Y en esa geografía incluimos 2718 kilómetros de costas (Wikipedia), cinco estados ubicados en Los Andes, que en algunos lugares tiene temperaturas por debajo de cero. Así mismo incluye un desierto ubicado en la región occidental del país, Los Médanos de Coro, la región de los llanos, una de las más extensas del país y nuestra selva amazónica. Y no podemos dejar por fuera bellezas naturales como el Salto Ángel.

Otra característica especial de nuestro país es su gente. El venezolano tiene una facilidad enorme de comunicación y de darse a la gente, así como ser un anfitrión por excelencia, cosa que hizo que durante años y años fuera receptor de inmigrantes de toda índole. Personas que, en ocasiones, venía por corto tiempo y terminaron echando raíces en esta tierra.

Amo todo el país, pero lo que más me apasiona es Caracas, con su historia de gestas y con sus manifestaciones culturales, que se convirtieron en mi proyecto de vida durante ya casi 40 años.

¡Esta es mi Venezuela!