En cualquier tipo de red social es muy común que odio se expanda, ¿y cómo no? Vivimos en un mundo tecnológico en el que odiar se ha vuelto la forma más común de expresar un desacuerdo o simplemente generar controversia. De aquí el nacimiento de los Haters, esos individuos anónimos o no que buscan llamar la atención de la peor forma posible, quizás por rencor, envidia, o solo para destruir o desprestigiar. Obviamente, nadie puede estar de acuerdo con este tipo de conductas pero, ¿por qué el patrón del Hater sigue en ascenso?

De cualquier forma, un Hater es un seguidor que nadie quiere, pero que al final de cuentas puede incluso sernos de utilidad. ¿Utilidad? ¡Así es! Pero… ¿cómo alguien que solo odia lo que hacemos puede servirnos? Es que precisamente se trata de ironía, digamos que otra forma de publicidad. Basado en este criterio, he elaborado un contenido especialmente dedicado a esos individuos odiosos. ¿Qué se esconde detrás de la figura del Hater? ¿Por qué suelen ser tan obstinados? ¿Acaso debemos creer en sus opiniones despectivas?

Acompáñame a descubrirlo.