[ESP-ENG] Mi 2021 en 5 minutos / My 2021 in 5 minutes

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Published on Jan 11, 2022

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Este pasado 2021, fue para mi y sé que para la gran mayoría de todos, un año controversial, un año lleno de preguntas, de dudas, de personas que se fueron a otros países, al cielo o que aún están cerca pero no los podemos ver porque quedan secuelas de este virus que se llevó a tanta gente amada.

Desde hace un tiempo y a causa de momentos amargos y extraños que me tocó vivir, veo siempre el vaso medio lleno. He aprendido a dejar de verlo medio vacío, porque hay mucho qué agradecer. Agradecer las buenas experiencias y las malas, porque de ellas he sacado lo bueno y eso es aprendizaje, crecimiento como ser humano, como madre, mujer y amiga.

Este año transcurrió en absoluta tormenta, pero siempre se podía ver el arcoíris después de cada tormenta porque si de algo estamos seguros es que después de cada noche, viene el día y aunque haya nubes y sombras oscuras a lo largo del día, aprendí a ver la belleza en cada una de esas nubes, buscarles formas y nombres divertidos.

Este 2021 me reencontré con mi niñez de una forma que no esperé jamás. Siempre quise hacer las paces con algunos familiares que por orgullo, nos alejamos y pasó el tiempo, los años. Muchos años. Situaciones que por inmadurez de ambas partes, errores de los adultos que arrojaron como consecuencia la inminente fractura en los lazos familiares y la devastadora separación de nosotros los niños de esa época, que nos vimos en la ajena obligación de renunciar a nuestra mutua compañía.

Lo cierto es que la pandemia enfermó a mi tío materno y a su esposa y los llevó al borde de la muerte. Gracias a uno de sus hijos, supimos lo que estaba pasando y todos los primos y hermanos nos unimos para aportar dinero para su recuperación, porque sabíamos que su situación económica no es la mejor.

Gracias a Dios se recuperaron. Dios siempre está cerca.

Aparte de esta bendecida situación de recuperación, me atreví a enviar un audio a mis tíos, diciéndoles que los extrañaba y que recordaba con infinito cariño mi niñez junto a ellos, cuando cada verano iba a a quedarme en su casa durante todas las vacaciones para jugar con mis primos, ir a la playa, de campamento y ser preciosamente consentida por mis tíos.

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Ellos me enviaron un audio de vuelta diciéndome cuánto me amaban, cuánto me extrañaban y lo agradecidos que estaban tanto por la ayuda económica que les brindamos y por el hecho de que a pesar de los años, yo siguiera "amando a ese par de viejitos" (sus palabras).

Acá estoy escribiendo y recordando con los ojos llenos de lágrimas. Lágrimas de amor, de agradecimiento y de paz.

Otra de las cosas maravillosas que viví, fue la noticia de que mi hijo había sido el estudiante más brillante de su curso, obteniendo las calificaciones más altas.

Por otro lado, mi hermana venció el cáncer de mamas por segunda vez. Fueron momentos difíciles que se superaron con amor, cuidados y mucha fe.

Y aunque mis dos suegros murieron este año por complicaciones de salud (ninguno por COVID), primero mi suegra y al mes y medio, mi suegro, fue bueno para ellos porque finalmente se liberaron de tanto dolor.

Otra de las cosas positivas, fue que mi ex esposo finalmente se fue de mi casa, aunque no en bueno términos, pero era lo mejor podía suceder, así haya sido de la manera que fue, porque me sentí liberada, feliz y agradecida a Dios porque ya no estaría más aquí en mi casa. Eso me traía una energía que definitivamente yo no quería en mi vida. Ahora sí estoy preparada para seguir mi vida, dando la bienvenida a algún hombre maravilloso, ese que sé que en algún lugar está listo para mi.

Las goteras en mi techo aún están ahí. Eso me sacó canas verdes pero me enseñó a valorar que a pesar de ellas, tengo un techo que me protege a mi y a mi hijo, del frío. Todo lo demás será a su debido momento, porque el tiempo de Dios es perfecto.

Cerramos el año con la bonita compañía de mi hermano y su esposa que vinieron desde México para pasar estas fechas decembrinas junto a los que aún estamos por estos lados venezolanos.

Mi año no fue muy distinto al tuyo o al de otras personas. Fue un año de aprendizaje, de calidez, de acercamientos a pesar de la distancia, porque el acercamiento es del alma. Fue un año de pérdidas pero también de ganancias.

Y mi inicio de año llegó con COVID para mi y mi hijo. Hemos estado estos días encerrados. Ya la fiebre pasó, pero nos queda una tos de ultratumba, secreción nasal, dolores musculares, irritación en la mucosa bucal y pérdida del olfato y del gusto. Gracias a Dios, no ha sido tan fuerte como para otras personas. No hemos necesitado oxígeno. Yo comencé el 1ero de enero y mi hijo unos días después.

Pero sé que todo va a estar bien. Es un decreto divino. No hay mal que dure cien años. Por lo pronto, mucho líquido y reposo. Gracias a Hive puedo trabajar desde mi cama, como lo estoy haciendo ahora.

Gracias totales, espero que te haya gustado mi video.

Now in

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This past 2021, was for me and I know for the vast majority of everyone, a controversial year, a year full of questions, of doubts, of people who went to other countries, to heaven or who are still close but we can not see them because there are after-effects of this virus that took away so many beloved people.

For some time now and because of the bitter and strange moments I have had to live through, I always see the glass as half full. I have learned to stop seeing it half empty, because there is much to be grateful for. To be grateful for the good experiences and the bad ones, because from them I have taken the good and that is learning, growth as a human being, as a mother, woman and friend.

This year was spent in absolute storm, but you could always see the rainbow after every storm because if we are sure of something is that after every night, comes the day and although there are clouds and dark shadows throughout the day, I learned to see the beauty in each of those clouds, look for funny shapes and names.

This 2021 I reconnected with my childhood in a way I never expected. I always wanted to make peace with some family members that, out of pride, we moved away and time passed, the years. Many years. Situations that due to immaturity on both sides, mistakes of adults that resulted in the imminent fracture of family ties and the devastating separation of us children of that time, who were forced to give up our mutual company.

The truth is that the pandemic sickened my maternal uncle and his wife and brought them to the brink of death. Thanks to one of their sons, we knew what was happening and all the cousins and siblings joined together to contribute money for their recovery, because we knew that their economic situation is not the best.

Thank God they recovered. God is always near.

Apart from this blessed situation of recovery, I dared to send an audio to my uncles, telling them that I missed them and that I remembered with infinite affection my childhood with them, when every summer I would go to stay at their house during all the vacations to play with my cousins, go to the beach, camping and be preciously spoiled by my uncles.

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They sent me an audio back telling me how much they loved me, how much they missed me and how grateful they were both for the financial help we gave them and for the fact that despite the years, I still "loved that pair of old men" (their words).

Here I am writing and remembering with tears in my eyes. Tears of love, gratitude and peace.

Another of the wonderful things I experienced was the news that my son had been the brightest student in his class, obtaining the highest grades.

On the other hand, my sister beat breast cancer for the second time. These were difficult times that were overcome with love, care and a lot of faith.

And although both my in-laws died this year from health complications (neither from COVID), first my mother-in-law and a month and a half later, my father-in-law, it was good for them because they were finally free from so much pain.

Another positive thing was that my ex-husband finally left my house, although not on good terms, but it was the best thing that could happen, even if it was the way it was, because I felt liberated, happy and grateful to God because he would no longer be here in my house. It brought me an energy that I definitely did not want in my life. Now I am ready to go on with my life, welcoming some wonderful man, the one that I know somewhere is ready for me.

The leaks in my roof are still there. That gave me green hair but taught me to appreciate that in spite of them, I have a roof that protects me and my son from the cold. Everything else will come in due time, because God's timing is perfect.

We closed the year with the beautiful company of my brother and his wife who came all the way from Mexico to spend the Christmas holidays with those of us who are still in these Venezuelan parts.

My year was not very different from yours or other people's. It was a year of learning, of calming. It was a year of learning, of warmth, of rapprochement in spite of the distance, because rapprochement is of the soul. It was a year of losses but also of gains.

And my beginning of the year came with COVID for me and my son. We have been locked up these days. The fever is gone, but we are left with a cough, runny nose, muscle aches, irritation in the oral mucosa and loss of smell and taste. Thank God, it has not been as bad as for other people. We have not needed oxygen. I started on January 1st and my son a few days later.

But I know that everything is going to be fine. It is a divine decree. There is no evil that lasts a hundred years. For now, lots of fluids and rest. Thanks to Hive I can work from my bed, as I am doing now.

Thank you very much, I hope you liked my video.

_{Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)}