Hive Open Mic week 207|I Need Thee Every Hour |BY @nathcy

"I Need Thee Every Hour" stands as a timeless testament to the profound human longing for spiritual sustenance and divine presence. Penned by Annie S. Hawks in 1872, its verses resonate through the corridors of time, capturing the essence of a soul's relentless yearning for God's guidance and solace. Complemented by the melodious composition of Robert Lowry, the hymn weaves a tapestry of humility, dependence, and unwavering faith.

In its simplicity lies its power—a humble acknowledgment of human frailty and the unyielding need for divine intervention. Each stanza reverberates with the heartfelt plea of a soul reaching out to its Creator, recognizing the insufficiency of human strength and the omnipotence of God's grace. The refrain, "I need Thee, oh, I need Thee; Every hour I need Thee," serves as a resounding chorus of dependence, echoing the universal cry of humanity for spiritual sustenance.

The hymn's enduring appeal lies not only in its lyrical beauty but also in its relatability to the human experience. Through its verses, believers find solace in knowing that they are not alone in their struggles, that their cries for help are met with divine ears ever attentive to their pleas. Whether in moments of joy or sorrow, triumph or tribulation, the hymn serves as a steadfast reminder of God's unwavering presence amidst life's ebb and flow.

Annie S. Hawks, drawing inspiration from her own experiences as a wife and mother, penned the lyrics with heartfelt sincerity, pouring her soul into each verse. Her words resonate with an authenticity born out of the daily challenges and joys of life, capturing the essence of the human condition in its quest for spiritual fulfillment.

Robert Lowry's musical composition complements the lyrical depth of Hawks' words, imbuing the hymn with a melody that soothes the soul and stirs the spirit. Its simplicity and elegance enhance the emotive power of the lyrics, elevating the hymn to a place of reverence in the hearts of believers worldwide.

"I Need Thee Every Hour" transcends the boundaries of time and space, speaking to the universal longing for divine communion. Its enduring legacy serves as a beacon of hope for generations past, present, and future, reminding believers that in their deepest need, God's grace is ever-present, offering strength, comfort, and renewal to all who seek it.

Lyrics

I need Thee every hour
Most gracious Lord
No tender voice like Thine
Can peace afford
I need Thee, O I need Thee
Every hour I need Thee
O bless me now, my Savior
I come to Thee
I need Thee every hour
Stay Thou nearby
Temptations lose their power
When Thou art nigh
I need Thee, O I need Thee
Every hour I need Thee
O bless me now, my Savior
I come to Thee
I need Thee every hour
In joy or pain
Come quickly and abide
Or life is vain
I need Thee, O I need Thee
Every hour I need Thee
O bless me now, my Savior
I come to Thee
O bless me now, my Savior
I come to Thee

[source][https://www.hymnal.net/en/hymn/h/371]

Espanol

"I Need Thee Every Hour" es un testimonio atemporal del profundo anhelo humano de sustento espiritual y presencia divina. Escrito por Annie S. Hawks en 1872, sus versos resuenan a través de los pasillos del tiempo, capturando la esencia del incesante anhelo de un alma por la guía y el consuelo de Dios. Complementado por la melodiosa composición de Robert Lowry, el himno teje un tapiz de humildad, dependencia y fe inquebrantable.

En su simplicidad reside su poder: un humilde reconocimiento de la fragilidad humana y la inquebrantable necesidad de la intervención divina. Cada estrofa resuena con la sincera súplica de un alma que se acerca a su Creador, reconociendo la insuficiencia de la fuerza humana y la omnipotencia de la gracia de Dios. El estribillo "Te necesito, oh, te necesito; cada hora te necesito", sirve como un coro rotundo de dependencia, haciéndose eco del clamor universal de la humanidad por sustento espiritual.

El atractivo perdurable del himno reside no sólo en su belleza lírica sino también en su relación con la experiencia humana. A través de sus versos, los creyentes encuentran consuelo al saber que no están solos en sus luchas, que sus gritos de ayuda son recibidos por oídos divinos siempre atentos a sus súplicas. Ya sea en momentos de alegría o tristeza, triunfo o tribulación, el himno sirve como un recordatorio firme de la presencia inquebrantable de Dios en medio del flujo y reflujo de la vida.

Annie S. Hawks, inspirándose en sus propias experiencias como esposa y madre, escribió la letra con sinceridad y poniendo su alma en cada verso. Sus palabras resuenan con una autenticidad nacida de los desafíos y alegrías diarios de la vida, capturando la esencia de la condición humana en su búsqueda de la plenitud espiritual.

La composición musical de Robert Lowry complementa la profundidad lírica de las palabras de Hawks, imbuyendo al himno de una melodía que calma el alma y conmueve el espíritu. Su simplicidad y elegancia realzan el poder emotivo de la letra, elevando el himno a un lugar de reverencia en los corazones de los creyentes de todo el mundo.

"I Need Thee Every Hour" trasciende los límites del tiempo y el espacio y habla del anhelo universal de la comunión divina. Su legado perdurable sirve como un faro de esperanza para las generaciones pasadas, presentes y futuras, recordando a los creyentes que en sus necesidades más profundas, la gracia de Dios está siempre presente y ofrece fuerza, consuelo y renovación a todos los que la buscan.

Letra

Te necesito cada hora
Señor misericordioso
No hay voz tierna como la tuya
¿Puede permitirse la paz?
Te necesito, oh te necesito
Cada hora te necesito
Oh, bendíceme ahora, mi Salvador.
vengo a ti
Te necesito cada hora
Quédate cerca
Las tentaciones pierden su poder.
Cuando estés cerca
Te necesito, oh te necesito
Cada hora te necesito
Oh, bendíceme ahora, mi Salvador.
vengo a ti
Te necesito cada hora
En alegría o dolor
Ven rápido y permanece
O la vida es vana
Te necesito, oh te necesito
Cada hora te necesito
Oh, bendíceme ahora, mi Salvador.
vengo a ti
Oh, bendíceme ahora, mi Salvador.
vengo a ti

[fuente][https://www.hymnal.net/en/hymn/h/371]