#StoryTime: El Fantasma de la Ansiedad

Mirándome al Espejo...

En ocasiones he pensado lo difícil que es vivir con miedo cada instante de la vida, viendo como la ansiedad puede tocar a mi puerta en el momento menos esperado, provocando en mi un frío que quema y acelera mi corazón.

Esos momentos son tan difíciles que intento respirar y no pensar mucho para no caer en la tentación de esa ansiedad que me hace pensar más de lo debido y que nubla mi cabeza como la niebla más pesada nubla la vista al horizonte.

No pienso con claridad y tengo pesadillas que se repiten día a día que no cesan por un instante.

Llevó caminando mucho tiempo por el sendero de la eternidad que ya no se donde estoy, me he perdido y el tiempo me ha abandonado a mi suerte.

No recuerdo si alguna vez pasé por esta situación o es la primera vez que sufro tanto en silencio, con la esperanza de sanar.

Tengo tanto miedo que doy vueltas en la noche tratando de dormir, mi ansiedad me acompaña en cada instante de mi día. He aprendido a ignorar ese sentimiento pero me sigue como la sombra misma.

Quizás no debe dormir o quizás eso es lo que me haga falta descansar, respirar y no pensar.

Quisiera que fuera fácil pero no lo es, lo intentado casi todo pero caigo en lo mismo.

Mi escape a la ansiedad es intentar no pelear contra ella y fijar mis pensamientos a un lugar diferente, tan solitario como el desierto y tan callado como el espacio.

Vivir se ha vuelto difícil estos últimos meses pero debo respirar profundamente y no caer en el pozo oscuro de mi mente.

No luchar contra la corriente y cambiar de canal es lo mi mente pide a gritos, quien sabe si pueda descansar de todo esto algún día.

Espero que no sea eterno y que tenga la sabiduría para salir de todo esto. Siento que todo será mejor que nada me hará caer en la oscuridad.

Debo respirar y cambiar mi energía, tengo que hacerlo para avanzar al siguiente nivel de paz y control.

No quiero ser este hombre con miedo quiero ser el mismo de antes, sin miedo.

Cada pensamiento es un suspiro y cada latido un aviso de que sigo vivo. En Dios pongo mi fe.

Se que todo acabará pronto y que volveré a sonreír a pensar sin tristeza que la vida me espera con los brazo abiertos y soñar será tan mágico como antes.

Debo vibrar en positivo para hacer del mundo que me rodea un mejor lugar.

Paz.