El arte, y en nuestro caso particular, la música, es algo que siempre suscita un sentimiento de regocijo y calma en el corazón como cuando nos dan un abrazo para consolarnos. La música significa muchas cosas: esperanza, alegría, catarsis, inspiración, amor, sueños, visión espiritual, visión filosófica o personal, entre muchas otras cosas y cualidades que salen a la luz mediante nuestra relación con la música o cualquier arte.

Yo pienso que un abrazo musical es algo que se puede generar mediante la recepción de alguna composición que genera un sentimiento de inspiración y/o consolación en nosotros. El percibir un abrazo subjetivo que genere sentimientos de paz y alegría es lo que la música hace en casi todos los casos. El abrazo musical es algo que también puede aparecer cuando se comparte o se crea música en compañía de otras personas, ya que, al estar todos en la misma sintonía, se genera una armonía que lleva a una unión mediante la conexión que se embarca en la búsqueda del placer musical y su creación.

Para esta semana he decidido tocar para ustedes mi primera composición, la cual casualmente está inspirada en el sentimiento de cariño y tacto que nos da la música. La canción fue inspirada en el opening de una película de studio Ghibli llama "El castillo en el cielo" la cual es una de mis películas favoritas de Hayao Miyazaki y del anime en general. Todas las películas de ese sujeto y de ese estudio tienen unas bandas sonoras sumamente hermosas, tanto así, que al escuchar la canción principal de aquella película anteriormente mencionada, me sentí tan pleno y tan inspirado, transportandome así a mi infancia, la etapa más feliz de mi vida en la cual me la pasaba viendo películas de anime de ese estilo. En seguida, al escuchar la música, fui directo a escribir una canción sencilla pero qué para mí, representa mucho a nivel de lo que la música significa.

A pesar de que la canción estuvo inspirada más que todo en la canción de aquella película de studio Ghibli, las composiciones llevan el significado y la narración de muchas cosas. En la canción, también hablo un poco de lo que fue mi primera ceremonia de medicina ancestral indígena, en la cual hubieron muchos músicos maravillosos que dibujaron belleza en aquel proceso, suscitando en mi un interés y un amor por la música que nunca antes había sentido. En aquella noche, las estrellas, la fogata, las mandalas, todos eran los patrones y bellezas que me otorgaban esplendor y los para mi alma. Con un abrazo musical me despido, y espero que hayas disfrutado de la canción.